En Torre Escribana, fabricamos nuestro propio compost y biochar para mejorar la salud del suelo y optimizar nuestros cultivos. El compostaje convierte los residuos orgánicos en un abono rico en nutrientes, enriqueciendo la tierra y promoviendo un crecimiento saludable de las plantas. Por otro lado, el biochar, producido a través de la pirólisis de biomasa, se integra en el suelo para aumentar su capacidad de retención de agua y nutrientes, mejorando la estructura del suelo y su fertilidad a largo plazo.
Estos procesos reflejan el principio de permacultura de “captura y almacena energía”, ya que ambos métodos retienen y liberan nutrientes esenciales gradualmente, proporcionando beneficios sostenibles y continuos para el ecosistema agrícola. Al reciclar los residuos orgánicos y convertirlos en recursos valiosos, no solo reducimos la dependencia de fertilizantes químicos, sino que también contribuimos a la captura de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático.
La utilización de compost y biochar en Torre Escribana ejemplifica nuestro compromiso con prácticas agrícolas sostenibles y regenerativas. Estas técnicas no solo mejoran la calidad del suelo y la productividad de los cultivos, sino que también fomentan un ciclo cerrado de nutrientes, promoviendo la resiliencia y la sostenibilidad en nuestra finca.